STSJ Galicia , 14 de Octubre de 2005

PonenteFERNANDO FERNANDEZ LEICEAGA
ECLIES:TSJGAL:2005:3974
Número de Recurso5538/2002
ProcedimientoCONTENCIOSO
Fecha de Resolución14 de Octubre de 2005
EmisorSala de lo Contencioso

SENTENCIA Núm.

ILTMO. SRES.

D. JUAN SELLES FERREIRO-presidente

D. FERNANDO FERNÁNDEZ LEICEAGA

Dª BLANCA FERNÁNDEZ CONDE

A Coruña, 14 de outubro de 2005.

O proceso contencioso-administrativo núm. 02/0005538/2002, pendiente da resolución nesta sala,

presentouno D/Dª Tomás coa representación do procurador Sr. Moreda

Allegue e coa asistencia do letrado Sr/a Fernández Ramallo contra á desestimación por silencio

da reclamación presentada o 03.12.2001; é parte demandada o Concello de Culleredo coa

asistencia do letrado Sra. Fuentes Bermejo

A contía do recurso é de 97.879,81 euros.

ANTECEDENTES DE FEITO

PRIMEIRO

Despois de ser admitido a trámite o recurso e tras practica-las dilixencias oportunas, a parte recorrente formalizou a demanda; onde alegaba o que consideraba pertinente e rematou coa solicitude de que se dictase sentencia na que se estimase o recurso.

SEGUNDO

Déuselle conta á parte demandada, quen a contestou en tempo e forma, para alega-lo o que considerou oportuno e rematou coa súplica de que fora desbotado o recurso.

TERCEIRO

Tralo tramite de conclusións, declarouse rematado o debate escrito e sinalouse a votación e o acordó o día 07.09.2005

CUARTO

Os trámites e mailas formalidades legáis foron cumpridas.

VISTO; É relator o Iltmo. Sr/a. maxistrado. FERNANDO FERNÁNDEZ LEICEAGA.FUNDAMENTOS XURÍDICOS

PRIMEIRO

Segundo resulta do expediente, o 03.12.2001 o Sr. Tomás presentou ante o Concello de Culleredo unha reclamación de responsabilidade patrimonial polos prexuízos que sufrirá pola tardanza en concederlle unha licencia de taxi. Tralo informe jurídico, o 27.05 solicitaron da AEAT información tributaria.

Outros feitos que resultan dos escritos de demanda e contestación son: que o 04.07.1992 publicouse no BOP a convocatoria de cinco licencias de clase B - taxi. O 17.07.1992 o Sr. Tomás presentou a solicitude -asalariado do taxi cunha antigüidade de 2 anos, un mes e dez días. Notificación de 20.11.1992 do acordó de concesión das licencias. Recurso de reposición de 08.12.1992 e recurso contencioso administrativo. Sentencia de 09.11.1995 do TSX Galicia que anula o acordó municipal. Recurso de casación (o Sr. Tomás é parte recorrida ) que remata por sentencia de 28.11.2000 , que casa a sentencia e anula o acordó municipal e retrotrae as actuacións ata o momento de resolve-lo concurso, para darlle prevalencia ós conductores asalariados. Adxudicación da licencia a prol do Sr. Tomás .

O recorrente alega que por unha incorrecta actuación do Concello tardou 9 anos en acada-la licencia de taxi e que deben indemnizarlle por esta causa; indemnización que calcula de acordó eos rendementos que facenda establece no sistema de módulos para a actividade de transporte por autotaxi.

O Concello opón que non están acreditados os danos e que a actuación administrativa non incorreu no grao de ilegalidade requerido pola jurisprudencia.

É evidente que estamos nun dos supostos que prevé o artigo 140.4 Lei 30/1992 , e ó respecto, a xurisprudencia establece, así a sentencia do Tribunal Supremo de 26 de setembro de 2001(Rec. Casa. 1896/1996 de la Secc. 4ª )

La responsabilidad patrimonial de la Administración por los perjuicios ocasionados a un particular como consecuencia de los actos cuya anulación se obtenga en vía jurisdiccional, no es ciertamente secuela necesaria derivada de dicha anulación, y requiere (en la actualidad en aplicación de los artículos 139 a 144 de la Ley de 26 de noviembre de con anterioridad del artículo 40 de la Ley de 26 de julio de 1957 ] y 121 a 123 de la de Expropiación Forzosa no solamente la efectiva realidad de un daño material, económicamente valuable, y que no haya obligación de soportar, sino que ese daño se haya producido como consecuencia del funcionamiento normal o anormal de los servicios públicos a través de una relación directa, exclusiva o inmediata, de causa a efecto, que en absoluto puede ser confundida con la razonada elección por una de las soluciones jurídicamente aplicables al problema planteado, siquiera haya resultado desacertada en el caso concreto.

Tamén a SAN 08.10.2003 recolle: Con carácter general, debe señalarse que el derecho de los particulares a ser indemnizados por las Administraciones Públicas por toda lesión sufrida en sus bienes y derechos, salvo en los casos de fuerza mayor, siempre que la lesión sea consecuencia del funcionamiento normal o anormal de los servicios públicos viene establecido en el artículo 106.2 de la Constitución (RCL 1978/2836 ) y en el 139 de la Ley 30/1992 (RCL 1992/2512, 2775 y RCL 1993,246 ).

Ahora bien, en los casos de responsabilidad patrimonial derivada de la anulación de actos administrativos, el artículo 142.4 de la Ley 30/1992 debe ser entendido en el sentido de considerar que el efecto indemnizatorio no se asocia automáticamente a la anulación de una resolución administrativa, de suerte que tal anulación se erija en título por sí suficiente, y sin mas requisito de acreditación necesaria, para que surja el derecho a la indemnización. Por el contrario, para declarar la responsabilidad patrimonial deben concurrir los presupuestos generales para ello.

A de 15.12.2002 sinala: El Tribunal Supremo, Sala 3ª, en Sentencias de 1 (RJ 1996/927) y 5 de febrero de 1996 (RJ 1996/987), 27 de octubre de 1998 (RJ 1998/9460) y 11 de marzo de 1999 (RJ 1999/3035 ) ha establecido en relación con los supuestos de anulación de actos o resoluciones administrativas la doctrina que a continuación va a ser expuesta, analizando con detalle el régimen de responsabilidad patrimonial de las Administraciones Públicas en relación a tales supuestos.

En primer lugar ha de resaltarse que el principio de Responsabilidad Patrimonial proclamado en el artículo 106 de la Constitución (RCL 1978/2836 ), en cuanto establece que "los particulares, en los términos establecidos por la Ley, tendrán derecho a ser indemnizados por toda lesión que sufran en sus bienes o derechos, salvo casos de fuerza mayor, siempre que la lesión sea consecuencia del funcionamiento de los servicios públicos", con lleva un derecho de los llamados de configuración legal. Es decir, que no se trata de un derecho que derive directamente de la Constitución, sino que exige la interposición de una Ley, y esexigible, no en los términos abstractos establecidos en la Constitución, sino en los términos concretos en que figure en la Ley ordinaria que lo regule, porque tras la primera como del párrafo transcrito se reconoce el derecho en los términos establecidos por la Ley.

Por consiguiente el debate no es un debate de derecho constitucional y por tanto, por imperativo del artículo 9.3 de la Constitución , en cuanto garantiza la seguridad jurídica, en relación con el artículo 2 del Código Civil , que en su apartado tercero establece que las Leyes no tendrán efecto retroactivo si no dispusieren lo contrario, habrá de centrarse sobre la normativa vigente al momento de producirse los hechos de los que pretende hacerse derivar la...

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